diumenge, 28 de setembre del 2008

Una calle de doble sentido


Aunque la Intimidad es fundamental para nutrir nuestras relaciones emocionales, es más escurridiza que el Misterio y la Sensualidad. ¿Por qué? Porque se trata de un proceso de doble sentido: escuchar y hablar.

La mayoría de las marcas no sabe escuchar. Han evolcionado a la par que los medios de comunicación y se han quedado ahí, hableando, hablando y hablando sin parar.

La fragmentación de los medios de comunicación requiere de un nuevo talante. Y ahí es donde entra Lovemarks en juego. No se tata de abandonar el mercado de gran consumo, sino de trasfromarlo con relaciones afectivas de distinto signo.

Las Lovemarks pertencecen a la gente que las ama

No son propiedad de las empresas ni de los profesionales que las diseñan, las producen, las venden o las distribuyen. Actuar con el convencimiento de que las Lovemarks, pertenecen a sus consumidores exige cambios radicales. Y uno de los más radicales es abrirse a la Intimidad. Sólo mediante la Intimidad caerán las reservas y reticencias y las marcas podrán convertirse en Lovemarks.

[el futuro más allá de las marcas lovemarks, Kevin Roberts, Ceo Mundial, Saatchi &Saatchi]